“Atès que la República havia prohibit que les entitats i les corporacions oficials participassin en actes religiosos, per evitar la desaparició d’aquesta celebració plurisecular es formà una comissió que acudí al batle, Dr. Pere Hernàndez Sastre. Aquet els assegurà que la festa es podia continuar celebrant, tot i que sense la participació de l’element oficial.”

Años inciertos. En el año 1931, estando prohibido por el gobierno de la segunda república española que las entidades y corporaciones oficiales tomaran parte en ningún acto religioso, temiendo los ciudadanos que la antiquísima y tradicional precesión de San Antonio Abad y con ella la fiesta de la Reconquista de Menorca por Alfonso III, sufriera interrupción que no había sufrido a través de las diversas dominaciones por las que pasó nuestra isla, hiciéronse oportunas gestiones encontrando entusiasta apoyo así entre el elemento oficial como entre las diferentes sociedades de la localidad, que al unísono sienten el amor patrio y desean la conservación de las tradicionales costumbres, mayormente las que, como la de San Antonio, se hallan revestidas de un carácter venerado e histórico.